Carne de categoría superior en el Asador Llorente de Potes
No era la primera vez que entrábamos a comer en el Asador Llorente de Potes.
La primera vez fuimos por pura casualidad. De eso que estás dando un paseo y dices: Vamos a ver si aquí hay sitio.
Esta vez sí íbamos con conocimiento de causa. Nos gustó tanto la primera vez que estábamos buscando la ocasión de volver a Potes sólo para comer en este sitio.
Carne, por supuesto.
De la mejor carne que he comido en mi vida.
El Asador Llorente es un lugar muy típico decorado, con la madera como protagonista. Da sensación de calor, de hogar.
El trato de sus camareros superior, excelente. Atentos y cercanos.
Cuatro personas. Sábado de diciembre.
Pedimos ensalada, borono con manzana y chuletón.
La ensalada para desengrasar. Bien.
Muy correcta.

Los boronos con manzana es un plato muy típico de la zona. El borono es una especie de morcilla que con manzana resulta una combinación perfecta.
El chuletón de Asador Llorente
El chuletón. ¡Ay, el chuletón! Buenísimo.

Con sus patatas y pimientos como mandan los cánones.
Muy bien presentado y para chuparse los dedos.
Acabamos llenísimos pero aún así pedimos un par de postres para que el homenaje fuera ya con todas las consecuencias.
Una tarta de queso y una tarta de la abuela que estaban para quitarse el sombrero. Caseras.
Y para rematar nos deleitaron con unos chupitos de orujo de hierbas y crema de orujo para agilizar la comida.
Muy suaves y estupendos para acabar con una comida perfecta.
La comida no sé a cuánto ascendió pues fue un regalo pero estoy seguro que la cantidad y la calidad van en sintonía con el precio.
Un lugar para recomendar y repetir y repetir.
En Potes hay oferta de todo tipo.
De hecho, también estuvimos en Casa Güela en una de nuestras visitas pero, claro, una cosa es para salir del paso, de batalla, y Asador Llorente es ya jugar en Primera División.
También es buena época ir durante la Fiesta del Orujo, en el mes de noviembre.