El nacimiento del Asón, una ruta para toda la familia
La ruta que llega al nacimiento del Asón es una de las más recomendadas para hacer en familia.

Sencilla, bonita, de poco recorrido y con un final que abre las pupilas de grandes y pequeños.
Son unos ocho kilómetros de recorrido entre ida y vuelta.

La ruta del nacimiento del Asón, muy accesible, comienza en el pueblo del mismo nombre que el río y acaba en la cascada donde nace el Asón.
La cascada también se la conoce como la cascada de Cailagua y de ella hay infinidad de leyendas.
Disfrutando del paseo, es decir, parando y a paso lento, se puede tardar entre dos y tres horas entre ida y vuelta.

Así, el camino parte de Asón pueblo para adentrarnos en un bosque de robles, castaños y hayas.
Casi sin pérdida, el truco está en seguir las señales blancas y amarillas que nos llevarán al destino final.

Eso sí, siempre sin perder de vista el río, que será el que mejor nos conduzca hasta la cascada.
Un sitio ideal para reponer fuerzas, tocar su agua y disfrutar de un paisaje de incontestable belleza en cualquier época del año.
La leyenda
Hay una leyenda sobre dos anjanas (personajes mitológicos de Cantabria) de cabellos dorados y plateados que viven en una cueva frente a la cascada.
La del pelo plata era un diablillo al que, según se recoge en ‘Las raíces del Medio Ambiente (2011), “le gustaba atar a los terneros por las colas, echar a los dormilones al río, coser las mangas y perneras de los vestidos de domingo y mil diabluras más”.
Como escarmiento, su hermana, “la sumió en la roca”.
Pero como era noche sin luna, “no se fijó que la larga melena plateada de su hermana quedaba flotando al aire. El agua que antes discurría por las paredes de roca ahora empapaba sus cabellos y caía por ellos”.

Pasado el tiempo, la hermana ‘dorada’ quiso deshacer el entuerto pero no recordaba las palabras mágicas para conseguirlo.
Desde entonces, cuenta la leyenda que “pasa los días y las noches buscando la fórmula que permita desprender a su hermana de la roca”.
Mientras, el pelo de plata de la anjana burlona se derrama desde lo alto de Cailagua como leche”.