Las casas del Águila y la Parra de Santillana del Mar acogen una exposición sobre grabados pasiegos
Las Casas del Águila y la Parra de Santillana del Mar acoge una exposición sobre grabados pasiegos.
Está comisariada por la directora del Museo Etnográfico de Cantabria, Amparo López Ortiz.
Se trata de una colección propiedad de Javier Gómez Arroyo.
Está formada por una total de 27 xilografías, litografías y grabados al metal.
Las obras que se exponen son una pequeña muestra de las representaciones históricas del mundo pasiego.
Cuentan con la particularidad de ser en su totalidad obras originales de la época que abarcan los siglos XVI al XX.
Se incluye incluso una xilografía del año 1598 de Cesare Vecellio, que, aun no siendo específicamente pasiega, es una de las primeras representaciones gráficas, junto con los ‘Vagabundos errantes’ (1520), de Lucas van Leyden, de una mujer portando un cuévano con niños a la espalda.
La colección de grabados pasiegos
El dueño de esta colección de grabados pasiegos, Javier Gómez Arroyo, lleva desde 1982 recopilando arte gráfico sobre este tema.
La recopilación de estas imágenes no ha sido fácil, especialmente por tratarse de obras auténticas de época y, en algunos casos, con muy escasa tirada de ejemplares.

Por ello, el propietario ha realizado un ingente trabajo de investigación y búsqueda.
Ha recorrido subastas, rastreado colecciones particulares y mercados de antigüedades.
Modos de vida e indumentaria de los pasiegos
A lo largo de la historia, la cultura de los pasiegos ha sido fuente de interés etnográfico no sólo por su particular modo de vida y su laboriosa explotación de la tierra, sino también por la importancia que en la economía de España han tenido, especialmente en el ámbito ganadero con la incorporación de razas vacunas más provechosas y su especialización en la recría, modelo productivo que cambió por completo la hacienda lechera de nuestro país entre los siglos XIX y XX.
Ese mismo interés abarca también el entorno social y así proliferaron igualmente artistas gráficos que retrataron a los valientes y afamados contrabandistas pasiegos.
Sin dejar de mencionar tampoco las incontables representaciones de las prestigiosas mujeres pasiegas que ejercieron la venta ambulante.
También las que prestaron su lactancia como nodrizas de nobles familias y de la Casa Real española.
El particular mundo de los pasiegos y la vistosa vestimenta de las amas de cría de la corte no pasaron desapercibidos para estos dibujantes y grabadores y así reprodujeron con esmero en incontables textos a los personajes más atractivos de las montañas cántabras.
Te recomendamos la lectura de ‘Te dí mi palabra’, la novela de Conchi Revuelta que tiene como protagonista a una pasiega.
Y una visita al Museo Etnográfico de las Tres Villas Pasiegas para conocer a fondo la idiosincrasia de este valle.