Sobaos y quesadas Luca, en el podio de las quesadas de Cantabria
Sobaos y Quesadas Luca se ha ganado, por méritos propios, el privilegio de estar en nuestro top de las quesadas cántabras.
Con obrador en Alceda y tienda en pleno centro de Santander (en la calle Amós de Escalante, junto al Ayuntamiento), Sobaos y Quesadas Luca nos tiene conquistados.
Los sobaos nos parecen correctos, nos gustan más los de otras marcas, pero sus quesadas, ¡¡¡ohhh sus quesadas!!!, nos relamemos solo de pensarlo, no tienen nada que ver con otras propuestas de obradores cántabros, donde la innovación o un proceso industrial desmesurado ha venido acompañado de la pérdida del sabor tan característico de este producto tan pasiego.
Hasta hace un par de años, para disfrutar de sus quesadas era necesario acudir hasta su obrador de Alceda para adquirirlas.
Al menos nosotros no sabíamos de otros lugares y, creánme que en alguna ocasión, cuando teníamos algún compromiso, hemos ido hasta allí desde Santander porque sabíamos que con sus quesadas íbamos a acertar seguro.
También en alguna ocasión les hemos visto en alguna feria.
Nos viene a la mente la de la Alubia y la Hortaliza de Casar de Periedo donde cuando quisimos ir a por nuestras quesadas ya habían agotado existencias.
Así es el buen hacer de esta casa de Alceda.
La fama de Sobaos y Quesadas Luca ha ido de boca en boca, como antaño, sin necesidad de gran publicidad ni de mucho artificio.
Sin conservantes ni colorantes
A paso lento pero seguro se han ganado la confianza de aquellos que buscan productos de Cantabria 100% artesanos, sin conservantes ni colorantes.
Ahora todo es más fácil con la tienda que han abierto en Santander, y que hace las delicias de locales y visitantes.
Rara vez pasamos que no hay nadie dentro comprando quesadas o sobaos.
Ahora también han incorporado a su lista de productos las galletas pasiegas.
Nos han puesto el listón alto y, de momento, como decimos, tienen nuestra quesada favorita.
Con los sobaos, aunque seguiremos probando, nos quedamos con los de Casa Ibáñez.
