Taberna El Redondel. Astillero. Como en casa
George Bernard Shaw: “No hay amor más sincero que el que sentimos hacia la comida”
Sergio es una de esas personas que en un pueblo todos saben quién es.
Todo el mundo le conoce.
Le pasa en Astillero.
Después de trabajar como camarero en locales del pueblo, por fin se decidió a regentar el suyo: La Taberna Cántabra, que pronto se le quedó pequeño.

Hace unos meses cambió de local y se fue a la calle Tomás Bretón, enfrente del colegio Fernando de los Ríos, junto a lo que fue la Pastelería Eva.
Taberna El Redondel Astillero
El Redondel, que así se llama su nueva propuesta, en alusión a una zona concreta del Parque de La Planchada, es una taberna de reunión de amigos pero también mucho más.

A las hamburguesas y sandwiches con los que se ganó la fama en su primer bar, una fama más que merecida, se ha sumado ahora que tiene más espacio una nutrida carta de picoteo y raciones, postres incluidos, donde las hamburguesas siguen ocupando, no obstante, un papel protagonista.
El Redondel es como un paso más, un escalón con el que ya está compitiendo como uno de los sitios de picoteo de referencia en Astillero.
Muy de Astillero
El nuevo local, El Redondel, tiene muchos detalles.
Es muy taberna, muy taberna cántabra, con guiños a la historia y tradición de Astillero, especialmente al remo, que tanto ha hecho por el nombre del pueblo en todo el norte.
Comedor y bar es el mismo espacio y habrá capacidad en las mesas para unas 50 personas, calculo así muy a la ligera.

Somos siete y como nos han hablado maravillas de las tablas mejicanas y Mar y Tierra pues no titubeamos más.
¡A tiro hecho!
Pensamos en pedir una tabla de cada para cada cuatro personas pero Sergio nos dice que cree que es demasiado.
Que mejor que cada una sea para tres.
¡Menudo acierto!
Son propuestas contundentes y llenantes.
Tabla mejicana
La tabla mejicana es una delicia, con posibilidad de que pique o no, a gusto del consumidor.
Sorprende.
Es muy recomendable sin necesidad de tener que acudir a un mejicano.

Además, lo completa con unos platos de nachos con guacamole.

Mar y tierra
La tabla Mar y Tierra es más de lo mismo.
No es algo que impacte.
Lo que estás pensando que te van a traer cuando optas por una tabla de estas características.
Vamos que es lo que te esperas, sin más. Lo cual tampoco es malo. Al menos, sabes que no te va a defraudar.

No podemos ni sabemos decir que no al postre.
Más sabiendo cómo cocina Sole, que se ha ganado la fama, merecida, de los adeptos a La Taberna El Redondel de Astillero.
Golosas como somos, pedimos un pijama de ellas para poder probarlas todas.

¡Con qué buen sabor de boca nos fuimos!
La dolorosa
Con cafés, bebidas y demás, la cena nos salió por cien euros. Cien euros entre siete, ¡claro!

No obstante, yo donde Sergio, quiero decir en la Taberna El Redondel de Astillero, sigo siendo paladín de las hamburguesas. ¡Buenísimas! Hay una de verduritas con queso que está tremenda.
¿Volvería? Sí, claro.