A petit, desayunar en casa a cuerpo de rey
A petit se ha renovado.
Aunque hace ya tiempo que la bombonería de la calle Peña Herbosa cerró sus puertas, aún es posible disfrutar de sus propuestas on line.
Entre ellas, un suculento desayuno del que pudimos disfrutar hace unas semanas.
Fue un regalo original, inesperado y que llegó a nuestra casa a primera hora de la mañana, según lo acordado.
El lema de A Petit, y más en estos tiempos de coronavirus, es claro: “los abrazos no pueden enviarse pero nuestras cestas sí’.
Con esa declaración de intenciones se abre la página web www.apetitlabombo.com
Si quieres hacer un regalo original, entra y echa un vistazo.
Las sugerencias son infinitas.
Pero nosotros estamos aquí para contar nuestra experiencia.
Nuestra cesta de desayuno tenía todo lo que se puede desear.
Nada que envidiar al buffet de cualquier hotel de renombre:
- Zumos bio
- Cafés bio
- Croissant
- Magdalenas
- Pan estilo mollete
- jamón ibérico
- tortitas
- mermelada
- mantequilla
- nutella
- aceite de oliva
- …
Lo mejor de todo es la posibilidad de elegir los productos que quiere del que quiere regalar.
O del que quiere simplemente darse un capricho porque ¿Quién ha dicho que no puede ser un autoregalo?
Los chocolates y las sugerencias de A petit
Además, los desayunos es una opción pero también es posible crear cestas con cualquiera de sus productos (muchos de chocolate) de los que dan buena cuenta en su web.
De forma individual, para parejas, para familias completas, A petit Santander se ha sabido reinventar y seguir ofreciendo un servicio de calidad con grandes delicatessems.
¿Merece la pena? Sí, sin duda. Es un detalle con el que sorprender o ser sorprendido.
Su área de actuación es Santander para el tema de los desayunos a domicilio pero están abriéndose a otras zonas de la región y puedes saber si llega a tu municipio simplemente tecleando tu código postal.
Fue un regalo y no sé el precio exacto pero el mimo y el detalle merecen la pena.
Y si te gustan los cukisitios, no te olvides de visitar Olivia y Daria.
