Daria, el detalle perfecto culinario
Hemos visitado Daria, en plena calle Bonifaz, en Santander.
Un sábado de noviembre, lluvioso, y con el comedor lleno hasta la bandera.
Día de manta y sofá y el local a rebosar, lo que ya da buena cuenta de que lo que aquí ofrecen debe ser, como poco bueno.
Cuatro personas y dos botellas de vino.
Una carta no excesivamente larga pero casi que mejor porque hubiéramos pedido un plato de cada de haber podido.
Todo con pintaza y con nombres de esos evocadores, originales, que dices ‘Quiero probar eso, sea lo que sea’.
Cuidar cada detalle debe ser en Daria una suerte de estandarte. Mientras esperamos nuestros platos, al final raciones para compartir, nos deleitan con un platillo con panes, tomate y aceite.

Detalle culinario de excepción. Chapeau!
Muy bueno la verdad.
No tardan mucho en servirnos.
URAMAKI DE MAR Y MONTAÑA o, lo que es lo mismo, Sushi “del revés”, con gambón crujiente, roast beef, mayonesa japonesa y patatas paja.
¡Exquisito!
CURRY THAI CON GAMBAS, que te sirven acompañado con arroz basmati, verduritas salteadas y salsa de curri rojo y gambas.
Con un ligero toque picante, fue otro de los grandes aciertos de la jornada.

Chipirones y croquetas picantones fueron las otras dos opciones para compartir.
Todo muy rico.


Presentación impecable.
Agua gratis en Daria
Y un detalle más. El agua gratis.
De postre pedimos una tabla de quesos para compartir entre los cuatro comensales.

Muy buena elección de quesos. Quizás echamos de menos algún queso más tipo Tresviso.

Al final la cuenta ascendió a 114 euros, con 2 botellas de vino que siempre sube más.
Por la noche cenamos, no sales rodando de estos sitios, pero ni falta que hace, como ya hemos dicho en otras ocasiones.
Comenzamos a primar la calidad a la cantidad.