El Cruce de Esles, cuando lo de siempre es lo mejor
Ahora que ya estamos de nuevo en septiembre queremos una vuelta al cole tradicional, con el restaurante El Cruce de Esles como protagonista.
Un lugar de los de siempre.
Con fama merecida.
Donde la cocina casera y de siempre, la tradicional, la de la carne con el pimiento rojo y las patatas, es acierto seguro.
Siete personas un domingo en Esles de Cayón.
Sin haber reservado.
Nos dieron mesa de milagro pero a última hora del servicio.
Teníamos las ideas claras.

De primero seis optamos por el cocido montañés y el séptimo por unas alubias.
Perolo en medio de la mesa y cocido y alubias para reventar.
Buenísimas.
Tanto, que dos de los siete ya no pudo continuar con un segundo.
De segundo, con el estómago ya caliente, pedimos otro de los clásicos de este local: el cabrito.

Aún se nos hace la boca agua al recordar el sabor tan inconfundible de la buena materia prima.
También pedimos unos torreznos. Somos así. Si nos ponemos a sumar calorías somos los primeros.

Llegamos a los postres con la mitad del batallón a punto de salir rodando.
Postres caseros y riquísimos, tanto que no tenemos fotos porque nos los comimos antes de acordarnos de tirar unas fotos para Cantabreando.
La atención magnífica.
El local pues acorde con la comida, clásico, sin estridencias pero acogedor.
Y la cuenta, a poco más de 18 euros por persona. No se puede pedir más.

Y Esles pues fijaros si tiene encanto que ha resultado ser elegido Pueblo de Cantabria 2018.
Así que nada mejor para bajar la comida que un paseo por sus calles para apreciar cada detalle, cada rincón.
Y si queréis más sitios donde comer un buen cocido pues nosotros siempre hablamos de La Montañesa de Los Tojos , del restaurante San Cipriano o de La Coteruca.
Aunque será por sitios.