Museo Marítimo del Cantábrico
Al Museo Marítimo del Cantábrico (MMC) se puede ir cuando llueve o con un día espectacular. Eso está claro. Y, además, los domingos a partir de las 14.00 horas, la entrada es gratuita, lo que supone un aliciente más.

Pero si llueve es un buen sitio donde estar a cubierto y pasar un par de horas aprendiendo con los más pequeños de la casa.
Es además una de esas visitas recurrentes cuando uno no sabe muy bien qué hacer el fin de semana.
Historia natural, arqueología, etnografía, construcción naval, patrimonio marítimo, cartografía, instrumentos de navegación, embarcaciones, fotografía, documentación histórica y marítima son las temáticas que alberga.
Sin embargo, su principal atractivo para los más menudos es, sin lugar a dudas, el acuario con especies del mar Cantábrico principalmente.
De hecho, es el mar Cantábrico el que sustenta toda la colección de un espacio que se inició con la colección zoológica de la Estación Marítima de Zoología y Botánica Experimentales del Instituto Español de Oceanografía (IEO).
Después se sumaron los fondos gestionados por el Centro de Estudios Montañeses, los del Museo Naval del Real Astillero de Guarnizo y los del Monumento del Indiano, principalmente modelos de barcos.

Todo ello se ha ido completando con instrumentos de navegación, objetos y cartas náuticas de la Escuela de Náutica de Santander, piezas de carácter marítimo de la extinta Diputación Provincial de Santander (1833-1981) y un depósito de grabados y pinturas de asunto marino del Museo Municipal de Bellas Artes de Santander (ahora Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander MAS).
El edificio del Museo Marítimo del Cantábrico está dividido en cuatro plantas (0, Planta Baja, 1 y 2).
Planta 0
En la planta 0 uno se puede adentrar en el seno de las aguas del Cantábrico a través de los acuarios donde conviven sus especies más representativas.
Los acuarios representan distintos entornos naturales submarinos, desde la orilla, con el movimiento de las mareas, hasta los fondos de la plataforma a 100 metros de profundidad, sumándose un total de 20 acuarios que alojan más de un millón de litros de agua de mar.
Además, en esta planta también se pueden observar instrumentos científicos, materiales de trabajo y documentación que son el espejo de la actividad científica que se llevaba a cabo a finales del siglo XIX y principios del XX.

El montaje expositivo de la última zona de la planta 0 refleja las características ambientales y las especies presentes, así como los sistemas biológicos que constituyen y cómo se organizan, mostrando la importancia e interés de su protección y conservación.
Planta baja
La planta baja, por su parte, lugar de entrada al museo, ofrece una visión de la variedad de sus fondos, al destacar en el patio central los esqueletos de cetáceos, instrumentos de navegación y el modelo de una fragata.
Planta 1
La primera planta está dedicada a las gentes de la mar, a aquellas que centran su labor diaria en la pesca y el marisqueo. De este modo, se hace un recorrido desde las primeras comunidades que se enfrentaron al medio marino y sus recursos.
El oficio, los barcos, las peculiares formas de vida, indumentaria, creencias y organización social, así como las modalidades de venta e industria conservera complementan el panorama.

Además, se explica cómo se organizan los puertos, su defensa, el comercio y la guerra sobre la mar, los barcos y las expediciones científicas más importantes llevadas a cabo hasta ahora.
Planta 2
En la planta más alta del Museo Marítimo del Cantábrico, por su parte, se muestra la evolución de las embarcaciones tradicionales de pesca, cómo han dado lugar a las más modernas y tecnológicas usadas actualmente en las regatas de remo y vela.
Su historia
El primer antecedente institucional del Museo Marítimo del Cantábrico está en la Estación Marítima de Zoología y Botánica Experimentales, creada por Real Decreto en 1886, ubicada en Santander gracias a la labor de Augusto González de Linares, nombrado su primer director.
El Museo Naval del Real Astillero de Guarnizo, fundado en 1948 por el interés del Centro de Estudios Montañeses, constituye otro de los antecedentes.
El MMC nace del interés mostrado por Rafael González Echegaray, en su día presidente de la Diputación Provincial de Santander, y Orestes Cendrero Uceda, entonces director del Laboratorio Oceanográfico de Santander, de fundar en Santander un centro cultural, donde alojar un museo y un laboratorio oceanográfico.
Gracias a sus gestiones se firma en mayo de 1972 un convenio, entre ambas instituciones, para la construcción de dos edificios, uno destinado a laboratorio oceanográfico, y el otro a museo.
Comienzan las obras en septiembre de 1975, bajo proyecto de los arquitectos Angel Hernández Morales y Vicente Roig Forné, inaugurándose en abril de 1981, bajo la dirección de José Luis Casado Soto.
Mantiene su actividad hasta principios del 2000, cuando se cierra temporalmente para abordar una ampliación y extensa remodelación museográfica, abriéndose nuevamente al público en mayo de 2003.

Datos de interés
El Museo Marítimo del Cantábrico, situado entre el promontorio de San Martín y la playa de los Peligros, forma parte del frente marítimo de la ciudad de Santander, en la misma orilla de la bahía.
Constituye una atalaya de este entorno natural y humano, extensión de su concepto y misión museológica: naturaleza, hombre y tecnología.
Horarios
Los horarios de apertura al público son:
1 de Octubre a 30 de Abril: Martes a domingo de 10.00 a 18.00 horas
1 de Mayo a 30 de Septiembre: martes a domingo de 10.00 a 19.30 horas
Cerrado: 1 y 6 de enero, 24, 25 y 31 de diciembre
Los domingos la entrada es gratuita a partir de las 14.00 horas
Precios
La entrada general es de 8 euros, aunque los niños menores de cinco años entran de forma gratuita.
La entrada reducida es de 5 euros, y pueden acogerse a ella los niños de 5 a 12 años, los mayores de 65 y Carnet Joven.
Para otros descuentos consultar en el propio Museo Marítimo del Cantábrico